HUELVA, 29 DE ABRIL 2024.
Alborea el lunes. Nada sé del gran narciso. Me espero una nueva estafa. No obstante, cabe todo desde tierras del Mosad. Begoña es corrupta. Hasta los tuétanos. Nos saca los fondos. Incluso nos roba el alma. Lo es. Como Intxaurrondo, mercenaria de la tele pública infecta. Igual que la vice Montero, azuzadora de turbiedades. En la línea sinuosa de Gª Ortiz y Pumpido. La corrupción alcanza a quienes llaman quirófano aséptico al barrizal del gobierno.
No ha sido juzgada. De ahí que no tipifique como delito el tráfico de influencias o de oscuros negocios la actividad profesional de Begoña. Me asquea el crudo ataque de las arpías TVE y SER a jueces limpios y a medios libres. No soporto la millonada salarial de algunas estrellitas del periodismo mercenario. Me avergüenza la movilización antidemocrática auspiciada desde Ferraz y desde el Pirulí. Denuncio la actitud fascista de los que expanden la falsa carta de amor.
NOTA. Piñar no hubiera llegado a tan extrema unción de un moribundo. El GAL de Felipe fue un incidente comparado a la pandemia de prevaricadora cólera sanchista. La imparable polarización de la izquierda nos asoma a un baño de sangre. Se ha encendido el botón del pánico. Se anuncia un estado de emergencia. Pedro Castillo duerme en prisión peruana. Petro acaso ingrese en cárcel de Colombia. Sánchez posee papeletas para, tal vez, seguir sus pasos…
…Y COROLARIO. “Cuando las barbas del vecino veas rasurar, pon las tuyas a remojar”. La asonada de Castillo ha recibido su castigo. La insurrección del protogolpista Sánchez no puede permanecer impune.
RECORDATORIO. El juzgado investiga un presunto delito de corrupción de Begoña. Si se prueba, que ella y él admitan su participación. El CNI de Margarita no se ha enterado de las andanzas. “No ni na”.
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