"Actualmente, agredir a un funcionario tiene consecuencias mínimas para los reclusos", advierten desde CSIF.
HUELVA, 16 DE DICIEMBRE 2024.
El sindicato CSIF ha denunciado la deficiente gestión de la población reclusa y las condiciones de seguridad en los centros penitenciarios, tras el violento altercado ocurrido en la prisión de La Ribera, en Huelva, el pasado jueves. En el incidente, tres funcionarios resultaron heridos al intentar controlar una pelea entre dos internos que escaló debido a la intervención de otros reclusos.
CSIF señala que este tipo de episodios tiene su origen en la “mala clasificación de los presos”, permitiendo que internos altamente conflictivos permanezcan en módulos de menor seguridad, lo que aumenta el riesgo de enfrentamientos. Según el sindicato, estas decisiones, tomadas por personal con poca experiencia en el ámbito penitenciario, reflejan una gestión inadecuada que pone en peligro tanto al personal como al resto de los internos.
Además, CSIF critica las políticas “buenistas” que buscan reducir el número de presos en primer grado —la categoría de mayor control y seguridad—, favoreciendo clasificaciones más laxas que generan tensiones y deterioran la convivencia en los centros. Factores como la entrada de drogas, el mal uso de medicamentos y la falta de atención adecuada a los problemas de salud mental también agravan la situación, según el sindicato.
Reclaman reconocimiento como autoridad y más recursos
El sindicato insiste en la necesidad de que los funcionarios de prisiones sean reconocidos como agentes de la autoridad, una medida que consideran fundamental para disuadir agresiones. "Actualmente, agredir a un funcionario tiene consecuencias mínimas para los reclusos", advierten desde CSIF. En este sentido, valoran positivamente que el Congreso esté debatiendo una reforma de la Ley Orgánica General Penitenciaria que contemple esta medida.
CSIF también denuncia el déficit de personal en todas las categorías, especialmente en el área médica, donde la falta de facultativos impide un seguimiento adecuado de internos con trastornos mentales, lo que incrementa la agresividad en el entorno penitenciario. Asimismo, consideran imprescindible ofrecer formación continua al personal para gestionar de manera más efectiva situaciones de riesgo.
Este último incidente en La Ribera ha puesto de manifiesto las carencias estructurales que, según CSIF, afectan al sistema penitenciario español. “Es urgente que se adopten medidas que garanticen la seguridad de los trabajadores y una gestión más responsable de los centros”, concluyen desde el sindicato.
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