HUELVA, 14 DE MAYO 2024.
No me refiero al portador del apellido. Me espanto por la condición política despreciable, alusiva a las costumbres de antiguas meretrices romanas, del ministro Bolaños. Este señor parece dedicarse a la prostitución política como macarra primero de su partido. La amenaza forma parte de su panoplia. Intimida al PP. Conmina a los jueces. Boletea a VOX. Coacciona al sursum corda. Su penúltimo amago, el de recurrir las leyes de concordia a su amigacho Pumpido.
Lo diga la ONU o lo predique el inculto Urtasun, si alguna norma viola los derechos humanos es la ley de la desmemoria histórica. De la Alemania nazi apenas quedan grupúsculos residuales. De la España franquista, ni siquiera eso. Si acaso, la política lasciva y canallesca de quienes sacan a pasear los muertos de un solo bando. El Ejecutivo de Sánchez extrae barro de su propio fangal a fin de minorar la suciedad de casa. Acuda al Constitucional. Por trato de favor.
NOTA. Uno comprende la miseria política que acompaña la figura dictatorial de Sánchez. La denuncia contra su esposa o las críticas al enriquecimiento de su hermano soliviantan a cualquiera. Sin embargo, él conocía el paño igual que Robles y Montero. El interés del caso trasciende al ciudadano. Es un asunto de importancia pública. Nadie los ha condenado. Confíen en la justicia. Dejen de considerarnos imbéciles. Expliquen si han actuado de forma ilícita. Sólo eso…
…Y COROLARIO. Si el rufián Bolaños quiere blanquear presuntos delitos de Sánchez, hágalo. Mas no ennegrezca la paz social. Ni atice el fuego del enfrentamiento ciudadano. Sea un hombre de Ley y de Derecho.
RECORDATORIO. El rufianesco triministro es un nostálgico de la dictadura de Fidel, de Perón, de Petro, de Chávez. Vive como ellos: rico y orondo. Mientras, lloriquea por sus pobres.
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