HUELVA, 4 DE ABRIL 2024.
Escucho a Robles su ditirambo sobre el gobierno de Sánchez y llego a la conclusión de que las lisonjas de esta señora constituyen una exaltación de la práctica del mal gobierno. Observo cómo Mª Jesús Montero, pesquisidora primera de España, enmudece ante el latrocinio institucional de Koldo y compañía de filibusteros. Me detengo en la trayectoria política de Marlaska y se me encoge el corazón al ver el desbarre profesional de quien fuera buen juez.
Los tres miembros del Ejecutivo ejecutor hacen tácita apología del terrorismo de estado totalitario. Ni los servicios de información de Defensa, Interior y Hacienda se enteraron de Delcy, de Pegasus, de Begoña “globaliana” ni del enriquecimiento del que fuera portero de discotecas y mano derecha de Ábalos. Y si lo supieron y reportaron a los titulares, blanco y en botella. El gran mecedor se columpia ante las narices de los citados. Mientras, sigue rompiendo el país.
NOTA. Los valores de la España maltratada por estos personajillos agonizan. La guerra de Europa nos pilla con un presupuesto de risa italiana. La pasión por las narcolanchas lleva a asesinar a nuestros agentes de seguridad. La evasión de ciertos capitales pilla a la hacienda pública en bragas. El narciso de Moncloa se esconde tras la catedrática a palos. La potente prensa adicta se lanza a degüello contra los periodistas críticos con el régimen. Todo por las dádivas de Pedro…
…Y COROLARIO. Bego no es Rebeca de Mornay, pero trae a mi memoria su foto retocada. Su plan es tensionar. Dominar al mundo requiere generar violencia y, a su través, miedo.
RECORDATORIO. Una democracia legítima y creíble no es posible si no existe en política orden (Goethe) y seguridad en las relaciones sociales y económicas. Basta de halagos que descontrolen aún más al ya perdido tirano de Ferraz.
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