HUELVA, 10 DE ABRIL 2024.
El retruécano me está invadiendo. Los titulares me ponen a huevo lo de la repetición o de la inversión de términos. Por fortuna, el concepto comienza y finaliza mis asertos. La periodista Fumanal hace periodismo del negro, del que lamentaba Blasco en “La horda”. Si paga Moncloa, viva Pedro. Si Generalitat, amunt ERC. En caso de Risto, mentiras irrisorias. En su defensa del feminismo, discrimina a la mujer de derechas y ensalza a la de izquierdas. Pobre señora.
Puestos a ahumar, cuidadito con dos temas que afectan al PP. El primero: El presunto fichaje de un viceconsejero de la Junta por ASISA reabre las mohosas y chirriantes puertas giratorias de la corrupción. El segundo, la posible compra del colegio “Ferroviarios” por la Diputación de Huelva. Carnaza institucional para las fieras herederas del festín de los ERE de Chaves y de Griñán. Juanma y David han de quitarse la venda sensorial. Hay casos que hienden y hieden.
NOTA. Harto conocidas las magníficas relaciones de la entidad aseguradora con el partido de Gabriel Cruz en Huelva, parece que place a PP mantener la sincronía mercantilista. Allá la derecha. Ferroviarios puede ser la reedición aumentada del Hotel París, cumbre del nepotismo onubense. Si el contrato de compraventa llega a firmarse, la ciudadanía debe conocer todos los detalles. Al precio de “mercado”, agréguese el coste real de rehabilitación del edificio…
…Y COROLARIO. Una institución pública incurre en corrupción cuando utiliza, de forma indebida o ilícita, las funciones inherentes, (Fainé tiene algo que decir en Huelva), en provecho de sus gestores o de terceros afines.
RECORDATORIO. Este comentarista se desgañitó, tiempo atrás, advirtiendo a la derecha sobre las andanzas de Bárcenas antes del estallido del caso. Proyecto el aviso a “Ferroviarios” y a sus fumarolas tóxicas.
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