ALGUIEN QUE SÓLO PASABA POR ALLÍ
- Pablo Gea

- 2 jul
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El mismo día que se abre la Cumbre de la ONU en Sevilla, detienen a Santos Cerdán. Toda una estampa de la falsedad farisea y filibustera del Gobierno español.
HUELVA, 2 DE JULIO 2025.

Las dos realidades frente a frente. Un contraste claro y doloroso. Aleccionador como pocos. Los trabajadores de Sevilla, sumidos en un auténtico caos circulatorio que les impide acceder a sus casas, acudir a sus trabajos o presentarse en sus citas médicas. A mayor gloria de una cumbre impulsada por la agenda globalista y que absolutamente nada tiene que ver con los intereses de esos trabajadores que tienen que sufrir para que los líderes mundiales se hagan la foto. Élites y proletarios. Juntos los dos, pero en universos vitales diferentes.
En estas que detienen a Santos Cerdán, y tiene que salir María Jesús Montero, esa que decía que ponía la mano en el fuego por él, a decir que esto en realidad afecta a alguien que está fuera del partido. Cara de cemento armado. Si no fuera porque uno de los mayores artífices de que Andalucía haya quedado convertida en un erial económico sigue pensando -como pensaban Chávez y Griñán- que los andaluces y los españoles por extensión son imbéciles. Y que esa excusa barata se la traga alguien. Alguien que sólo pasaba por allí. Junto con Ábalos y Koldo. Junto con Begoña Gómez y David Sánchez.
El encarcelamiento de Santos Cerdán es algo sin precedentes en la historia de los partidos políticos españoles en democracia, tan sólo equiparable a la entrada en prisión de Bárcenas, Tesorero del Partido Popular. Lo que por corrupción empezó, por corrupción terminará. Y lo cierto es que en el PSOE tienen un miedo terrible al postsanchismo, como una dura posguerra que tendrán que atravesar merecidamente como penitencia por haber impulsado al poder a una trama mafiosa. La cosa es, ¿la mafia son sólo estos tipos, o es el partido entero? Si la justicia hace su trabajo, puede que no tardemos mucho en averiguarlo.
Por el momento, es ineludible que el PSOE asuma su responsabilidad por la etapa de gobierno más dañina para el Estado de Derecho que se recuerda. Ninguna ha sido peor, ni siquiera la de Zapatero. Que ya es decir. Lo más complicado va a ser cicatrizar las heridas, recuperar la confianza en las instituciones y disolver la polarización social. Lo que ha sido el norte que ha guiado la acción de los socialistas y de sus socios. Empeñados, como están, en un cambio de régimen que impida de una vez y para siempre que los partidos de la oposición puedan aspirar a tener el poder alguna vez.









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