HUELVA, 27 DE SEPTIEMBRE 2024.
Urtasun es un ministro maniquí. Fashion ya lo es su jefa. Jefa, por el momento. El maniquí cultureta sirve para todo escaparate friki. Entre la descolonización de museos y el intento de robo de la mezquita de Córdoba a la Iglesia, el infeliz modelo se hace hueco en el “outlet” de una tienda de moda talibana. Como su inteligencia no le permite llegar más allá de las colecciones de Moncloa, se dedica a joder, con perdón, cual okupa ricacho, el patrimonio de España.
Urtain fue un boxeador de leyenda mimado por el franquismo. Su técnica, ruda hasta lo grotesco, descansaba en los golpazos terribles al rival. Urtasun no pega. Zahiere. No se enfrenta. Acosa. No da más de sí. Reescribe la historia de todos con la bífida lengua de las serpientes de cascabel. Carcelero de datos y promotor de bulos hechos relatos, persigue quitar a la Iglesia la mezquita cordobesa. Su indisimulado delito de odio al cristianismo alfombra su entrega al poder islámico.
NOTA. El llamado “Morrosco de Cestona” se ganó la vida de manera honrada. El muñequito de fiestas cinéfilas de la izquierda guay se refocila en el estercolero del comunismo Versace que ahoga sus complejos en fiestas donostiarras. En ese periplo no cabe honradez, sino estafa nigeriana. Su aventura descolonizadora resume su aversión a la España de nuestros antepasados. Se concreta en la leyenda negra ideada por los piratas ingleses y holandeses…
…Y COROLARIO. La mezquita de Córdoba tiene dueña. El patrimonio museístico posee enjundia histórica. Las paranoias del ministro chaqueta recuerdan las tribulaciones de un chino antiguo en la China de Xi Jinping.
RECORDATORIO. Los nazis robaron miles de obras de arte de incalculable valor. Los nuevos psoecialistas continúan en esa tarea. Ahora no utilizan la fuerza de la metralleta. Les basta su manipulación de las leyes.
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