DIEZ MINUTOS CON MARIO

Mario Jiménez es un tipo listo con los escrúpulos de su jefe de filas. O sea, un clon de Pedro I el corruptor.

HUELVA, 24 DE MAYO 2025.

Mario Jiménez es un tipo listo con los escrúpulos de su jefe de filas. O sea, un clon de Pedro I el corruptor. Su reciente intervención en el Parlamento andaluz es una antología de la canalla política y de la propaganda nazi. Da vergüenza escuchar a este campeón de la demagogia onubense criado en la alta escuela fascista dirigida por ilustres apellidos como Caraballo, Guerrero, Limón y otros. Sin embargo, lanza un “uppercut” barriobajero que noquea a la bancada del PP.

El vídeo, viral, es reproducido por la derecha más recalcitrante. Creen, ingenuos, que su difusión retrata a Mario. Mario es un retrato muñequero de guiñol pobre desde hace años. Él sabe que su supervivencia depende, como bien analiza Luis Faraco, de la difusión del escándalo. Lo hace a la perfección. Más parece un borracho que expulsa alaridos que un hombre sobrio con vocación salvadora. La derecha lo potencia. A estos tipos o se les pone en su rincón o te clasifican mal.

NOTA. El nombre del individuo gritón me hace pensar en Delibes y en su psicológica “Cinco horas con Mario”. El recuerdo se basa asimismo en el monólogo psicopático del personaje real frente a la penetración mental del escritor castellano. En el Mario de Huelva no se dan errores o torpezas y, por tanto, no cabe remordimiento. Come bien y vive mejor. Es la política macarra de quien se ha uncido al mafioso mayor de la historia dictatorial de España…

…Y COROLARIO. A Mario Jiménez nada importa hacer el ridículo. Sabe que es el PP quien bracea a contracorriente. Su extravagancia puede mover a risa o a asco. Qué más da. Ser grotesco le reporta innumerables beneficios.

RECORDATORIO. Como carece de autoestima y domina el precio del deshonor, el ridículo de Mario no es miedo al fracaso. No es un miedo premonitorio. Es un arma infalible frente a la inseguridad de sus adversarios pacatos.