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ESCLAVITUD ILUSTRADA

  • Foto del escritor: Pablo Gea
    Pablo Gea
  • 4 sept
  • 2 Min. de lectura

Inmigrantes en trabajos basura para que la progresía pija pueda irse de fiesta los fines de semana

 La reciente polémica desatada por las nefastas declaraciones del diputado del PSOE por Madrid y Secretario de políticas LGTBI de la misma formación, Víctor Gutiérrez, es indicativa de cómo el subconsciente, cuando traiciona, lo hace a lo bestia. ‘¿Quién va a limpiar el culo a los abuelos?’, dijo. El PP ha pedido al PSOE que actúe, en un ejercicio de cinismo más, porque allí piensan exactamente lo mismo.

HUELVA, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2025

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Lo destacable del suceso es la psicología que se esconde detrás de la política de puertas abiertas a la inmigración sin control alguno. Que, lejos de las proclamas de solidaridad y humanitarismo, lo que esconde es una mentalidad aristocrática, feudal y utilitarista. Algo que se pone de manifiesto también cuando uno repara en cuántos de estos militantes se dejan caer por los barrios atestados de inmigrantes ilegales y carcomidos por la delincuencia. Spoiler: ni uno. Algo así como esos sesudos intelectuales que hablaban del paraíso del proletariado en la URSS desde la comodidad de sus estudios en los barrios ricos de las populosas ciudades de la tiranía capitalista. Lo que dice el diputado es lo que piensan los impulsores de estas políticas que, como los capitalistas algodoneros del viejo Sur estadounidense, consideran que ‘los negros tienen que estar en su sitio’.

 

Un dechado de virtudes sin duda estos prohombres, que dividen a la humanidad por colectivos, en los que el criterio de raza no es menor. Uno supone que en esas políticas discriminatorias que tratan obsesivamente de imponer, los empleos estarán también sujetos a esta división. Los hay que gestionarán chiringuitos en las administraciones y los que limpiarán el culo a los abuelos. Puede que incluso entiendan que los sectores más humildes están destinados a ello genéticamente. Al fin y al cabo, el escritor Antonio Muñoz Molina, en la enésima apología de la pobreza del diario El País, afirma que ‘Si hay una salvación posible de este mundo es recuperar la idea de escasez’. Todos miserables, tristes, y encadenados al Estado. Porque ‘no tendrás nada, y serás feliz’.

 

No creo que los que se juegan la vida para buscar una vida mejor en España o en cualquier otro país del Primer Mundo vengan con la idea de limpiar el culo a los abuelos, pero de lo que sí estoy seguro es de para qué los quieren aquellos que agitan la bandera del ‘efecto llamada’. Mano de obra barata y esclava, que se apiñen en guetos en la periferia junto con los currantes autóctonos, mientras a ellos no les molesten mientras trabajan por la revolución escribiendo desde teléfonos móviles fabricados con minerales extraídos por trabajo forzado infantil en los países de origen de los que provienen los nuevos plebeyos.

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