HUELVA, 18 DE AGOSTO 2024.
El primer año de gobierno de Pilar Miranda ha sido, sin duda, frenético, lleno de éxitos, grandes proyectos y mejoras en la ciudad y la administración municipal. Pero como advierte el dicho popular "si no la da a la entrada, la da a la salida".
En este último mes el gobierno popular del Ayuntamiento de Huelva ha tomado dos medidas que, a mi parecer, han mancillado la pureza de una magnífica gestión: subida del IBI y la impunidad de los patinetes eléctricos.
Cualquiera que sea la situación en que el PSOE haya dejado el Ayuntamiento de Huelva después de 8 desastrosos años de gestión (millones de euros en deuda oculta, obras sin ejecutar, despilfarro, inflación artificial de los ingresos) no se justifica una subida del IBI entre 50 y 150 euros para los onubenses. Pilar Miranda se comprometió a no subir los impuestos, y lo ha hecho. ¿Había alternativas? Sin duda. Bastaría recortar los millones de euros en gasto superfluo, subvenciones, actos protocolarios, incluso el sueldo de los concejales, de los portavoces y los grupos políticos, pero jamás, bajo ningún concepto, hacer pagar a los onubeses lo que ha sido culpa de los políticos.
La segunda medida, y admito que es una obsesión personal, está relacionada con la zona de color azul pitufo o naranja vómito, y el terrorismo sin restricciones de los patines eléctricos. El Ayuntamiento ha decidido gastar en la instalación de unos cargadores eléctricos para patines en la renovada Plaza de la Merced. No hay un solo onubense que no haya sufrido la impunidad con que los patines eléctricos incumplen las normas de circulación y ponen en peligro nuestra seguridad en las carreteras: maniobras imprudentes, sin casco, sin luces en la noche... Constrasta esta impunidad y la incapacidad del Ayuntamiento para hacer cumplir las normas a los patines con la eficacia estelar en las multas en la zona azul y naranja. Es inaceptable que el gobierno municipal se cubra de gloria con la eficacia recaudatoria de la zona azul-naranja y actúa con la ineficacia de un ayuntamiento del tercer mundo en la regulación de los patines eléctricos. Espero, y deseo, que el inicio de este nuevo curso político comience con una política seria en la regulación de los patines eléctricos, la reducción de la cuota del IBI a las familias y, sin nos cae la lotería, la eliminación de la zona azul-naranja.
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