HUELVA, 8 DE ABRIL 2024.
El establo huele a pesebre alto. Las colas del hambre llegan por la retaguardia y reaparecen al frente de la famélica legión. Las estadísticas de Yolanda son tan falsas como las predicciones de la bruja Lola. En Ferraz tiembla el suelo. Las embestidas dialécticas contra Begoña se suceden y rebotan. Eso de autodenominarse conseguidor mercantil tiene mucho de alcahuete caro y de comisionista a lo Aldama. Gratis la semilla presidencial, descomunal la cosecha.
Doña Bego comunica sus intenciones judiciales. Ella debe saber que la exceptio veritatis y el interés público son farallones contra quienes amputan las libertades de información y de expresión. El artículo 20 de la Constitución distingue el derecho que recae sobre hechos, y ampara su difusión, y sobre ideas y opiniones. Puede parecer tautológico, pero la realidad impele a separarlas pese a su interdependencia. La información requiere ser veraz aun siendo subjetiva.
NOTA. La conseguidora puede amenazar en hebreo o intimidar en árabe. La prensa objeto de sus ataques sabe que la veracidad de sus titulares no es paliativa de lesión. Es su presupuesto. Ambas libertades garantizan la libre opinión pública, blasón de la democracia. Ellas garantizan la libre creación de partidos y la erradicación de arbitrariedades por un gobierno. Constituyen el sustrato común de los derechos fundamentales, adjetivados por la igualdad…
…Y COROLARIO. Estas libertades, en el contexto precitado, justifican lo que objetivamente, en la jurisdicción penal, pudiera ser considerado injuria o calumnia.
RECORDATORIO. En esta España traumatizada por un vendedor de mentiras y de enchufes, los aprovechados y los estafadores se creen hermanitas de la caridad.
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