PEDRO TIENE OTRO PLAN
Marisú Montero, la banquera de la guerra, es la “mete” del rearme. Robles, la miliciana de la “saca”. “Metesacas” de nuestros bolsillos y...
Sánchez conoce los vericuetos de la transmisión de daño a su entorno hostil. Freud nos ilustró sobre la perversión de los pirómanos del rencor. Padecen el síndrome de Hamas.
HUELVA, 27 DE ENERO 2025.
Me emperro en que Sánchez arrastra un trastorno de niñez. Me da pena. Ver a un viejo en una casa de muñecas me desalienta. Sus emociones son demasiado primarias para un adulto. O de pequeño ha sufrido rechazo paterno o excesivos mimos de mamá. Parece preso de un conflicto neuronal no resuelto. Percibo en él a un bicho acosador. Juega con las pensiones de los mayores. Se ríe de la salud de los afiliados a Muface. El tipo es el hacedor de una infamante venganza.
Sánchez conoce los vericuetos de la transmisión de daño a su entorno hostil. Freud nos ilustró sobre la perversión de los pirómanos del rencor. Padecen el síndrome de Hamas. Descartes pensaba que el dolor es “algo que el cuerpo es”, pues es tan necesario como chivato de dolencias que supuran inquina congénita. Cuando Sánchez alude al dolor social, confiesa su propio calvario esquizoide y patea al enemigo en el trasero del pueblo. He ahí la génesis de sus maldades.
NOTA. La tortura de un majareta se torna felicidad cuando su aflicción de expande al resto. Nietszche debió conocer a más de un Sánchez antes de aseverar que “ningún sufrimiento podrá inducirme a un falso testimonio sobre la vida”. Una pasión hitleriana se acompaña de placer sádico si turba al otro y atormenta a los demás. Quien dice aliviar la sed ajena suministrándole agua de mar, es un psicópata de manual. O le compramos el ómnibus y la piruleta, o nos fusila al amanecer…
…Y COROLARIO. El matón acosador de la democracia resucita al Perkins de “Psicosis”. Éste idealizaba a la madre muerta. Aquel excita el dolor y el duelo de esta sociedad amarrada, enmohecida y triste.
RECORDATORIO. Acaso “Marnie la ladrona” justifique la historia de mal amor del presidente. Él llama dolor social a lo que es su cruz conyugal. Ella rechaza tratamiento para los problemas psicológicos de una cleptómana.
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